¿Hacemos un buen uso del móvil y las nuevas tecnologías?

¿Es demasiado el tiempo que empleamos con el teléfono móvil? ¿Le damos realmente un buen uso? ¿Es cierto que tiene consecuencias negativas en el rendimiento educativo de los niños y niñas? Os planteo estas preguntas como algunas de tantas que nos hacemos con respecto al uso de móviles como de redes sociales. Todas son preguntas que reflejan una preocupación por un tema que está a la orden del día, pero, ¿realmente es perjudicial? Aunque quizás la mejor cuestión a plantear sería ¿cómo podemos usarlos de manera correcta

Constantemente recibimos el mensaje de todos los beneficios y las facilidades que nos da Internet, además de permitirnos tener toda la información que necesitemos a golpe de clic. Precisamente este aspecto es el que da respuesta a todas las preguntas anteriores. Entonces, ¿cómo nos afecta esa facilidad? A estas alturas del texto ustedes dirán cuántas preguntas para algo tan simple“, ¿verdad

Pues , puede llegar a ser tan simple como utilizar la educación para enseñar el buen uso de un recurso tan arraigado en nuestro día a día, un medio incorporado en nuestras rutinas de trabajo y ocio y que nos permite acciones muy variopintas que van desde comunicarnos con familiares y amigos que están a miles de kilómetros hasta conectarnos a personas totalmente desconocidas. Un recurso que hace que nuestros hijos e hijas puedan encontrar toda la información que necesitan para hacer un trabajo del colegio pero también que puedan llegar de manera involuntaria a contenidos no aptos para su edad. Internet y las redes sociales, a través de nuestros smartphones, nos aportan conocimientos y permiten comparar ideas que nos ayuda a construir las nuestras propias. Pero, ¿dónde quedan los límites

Las nuevas tecnologías nos han malacostumbrando a lo fácil y no sabemos hasta dónde podemos llegar con ellas. Es un problema que tenemos los adultos y que sin duda estamos transmitiendo a los más pequeños. ¿Cómo nos aseguramos de que el uso que le damos a los móviles y las redes sociales es bueno? Sobre todo, tratándolas con respeto y, más aún, no viendo la posesión de un teléfono como un simple objeto que hará que tu hijo/a esté a la última moda.

Evitemos la excusa tan recurrente de todos sus compañeros o compañeras lo tienen y mi hijo/a no quiere ser menos. Tenemos que ser conscientes de todas sus consecuencias, y valorando que no es el único recurso existente, sino uno más. Es decir, es un material complementario en nuestra vida, pero existen otros muchos con la misma (o incluso mayor) fiabilidad.

No nos olvidemos de los libros (, siguen existiendo), ni tampoco de que Internet no tiene la verdad absoluta. Debemos dar a estas tecnologías el lugar que se merecen, siendo conscientes en todo momento de lo que tenemos en nuestras manos, o en la de nuestros hijos. Acompañémoslos en su uso, y no dejemos que su educación no formal sea a través de un teléfono, por muy inteligente que nos los vendan.

Alba Moreno Centro Cristina Andrades

Alba Moreno
Área Pedagogía

 

 

 

 

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