El TOC y la familia

La familia, en cualquier tipo de dificultad a la que nos enfrentemos, siempre tiene una función muy importante. En relación al Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), a lo largo de mi trayectoria he podido observar cómo muchas familias, inconscientemente, actúan favoreciendo la conducta obsesivo-compulsiva, fenómeno conocido como acomodación familiar.

¿A QUÉ NOS REFERIMOS CON ACOMODACIÓN FAMILIAR?

Este fenómeno aparece cuando los seres queridos participan en los rituales. Normalmente, lo hacen para no ver sufrir a su familiar o para evitar discusiones. Por lo tanto, esto demuestra que los efectos del TOC repercuten también sobre familiares, amigos o parejas, quienes se ven involucrados en la evolución de los síntomas.

EJEMPLOS DE ACOMODACIÓN FAMILIAR

Podemos encontrar a una mujer con TOC de daño a otras personas cuya obsesión principal es “¿y si le clavo un cuchillo a mi hijo?”. Ante la llegada de esa obsesión, un inmenso terror llega a ella, por lo que para buscar la calma acude rápidamente a su marido para preguntarle “¿tú crees que yo sería capaz de hacerle daño a nuestro hijo?”. En ese momento, está llevando a cabo una compulsión llamada reaseguración y la obtención de una respuesta por parte de su marido provoca que ella se sienta aliviada y así se esté fortaleciendo la obsesión.

Otro caso de el TOC y la familia puede ser el de un chico con TOC de orden/simetría que necesita que determinados objetos en casa tengan una posición concreta. Si alguna persona introduce algún cambio, el malestar se dispara y genera conflictos. Por lo tanto, la familia actúa colocándolos en esa misma posición para disminuir enfrentamientos.

En ambos ejemplos podemos apreciar cómo el comportamiento de la familia está favoreciendo que la conducta continúe manteniéndose en el tiempo. Ellos mismos están realizando las compulsiones para evitar el malestar de su familiar.

¿QUÉ PAPEL TIENE LA FAMILIA?

El papel principal de el TOC y la familia es apoyar y acompañar a su ser querido, animarlo a exponerse a sus obsesiones y reducir progresivamente las compulsiones. Lo que ocurre es que muchas veces es inevitable para la familia no entrar en las compulsiones. En estos casos, podemos dedicar el tiempo necesario a explicarles cómo funciona el TOC para que así comprendan qué ocurre si continuamente proporcionan calma a su ser querido.

Lo recomendable es comenzar trabajando en consulta con el enfrentamiento a los estímulos descritos en una jerarquía. Al mismo tiempo, la propia persona tendría que ir controlando y disminuyendo las compulsiones y, de esa forma, cada vez iría recurriendo menos a sus familiares para buscar alivio. Además, algo que ayuda a seguir avanzando es que la familia vaya participando cada vez menos en los rituales.

En definitiva, encontrar en consulta a familiares muy ansiosos por no saber cómo reaccionar ante las múltiples peticiones de una persona con TOC es bastante frecuente. Por lo tanto, si algún familiar está leyendo este post, me gustaría transmitirte que con la colaboración de todos los miembros de la familia y con la paciencia como un integrante más, poco a poco podría ir llegando de nuevo la luz a vuestras vidas.