¿Cómo es posible que la llegada de una fecha genere tantas sensaciones diferentes en las personas?

Seguramente todos sepáis de la festividad a la que me refiero. La Navidad, esa supuesta época de ilusión, de alegría y de nuevos retos que no todo el mundo vive de ese modo pero es ¿Siempre es la navidad un motivo para estar feliz?

¿QUÉ PASA CON LAS PERSONAS VIVEN ESTA ÉPOCA DE OTRA MANERA, SIEMPRE ES LA NAVIDAD UN MOTIVO PARA SER FELIZ?

El post de hoy está destinado a esa parte de la población más oculta, que también están presentes en estas fechas. Esas personas a las que no les apetece hacer celebraciones, reunirse con la familia, hacer regalos, hacer comilonas y un largo etcétera. Esas personas que no se sienten comprendidas y a las que se les puede juzgar de “deprimidas” por decir que no les gusta la Navidad. Todo el mundo da por hecho que la Navidad es una época bonita, una época de reencuentros, una época para festejar pero, ¿realmente tiene que ser así para todo el mundo?, ¿qué me decís de esas personas que no tienen a nadie para celebrar la Navidad?, ¿o de esas personas que están atravesando un mal momento en sus vidas?, ¿o de esas personas para las que simplemente esta época es una más?

Podemos encontrar a personas con unas ansias enormes de que llegue la Navidad y, en cambio, otras que sienten un rechazo enorme cada vez que llegan estas fechas.

¿QUÉ TIPO DE PERSONAS NOS ENCONTRAMOS CON MÁS FRECUENCIA?

Seguramente habréis acertado la respuesta. Lo más frecuente es encontrar a personas que muestran mucha felicidad cada vez que se acercan estas fechas. Entonces, yo me pregunto, ¿alguna vez nos hemos parado a pensar cómo repercute toda esta situación en las personas que no disfrutan de ese modo estas fiestas?, ¿nos hemos parado a pensar cómo se sentiría una persona cuyos padres acaban de separarse y tiene que elegir con quien pasar esos días?, ¿o en una persona que no tiene relación con sus hijos y acaba de perder a su pareja, la única persona con quien pasaba estas fechas?, ¿o en unos padres que acaban de perder a su única hija?

Pero, no hace falta que muera una persona o haya una ruptura, también podemos encontrar a familias en las que la relación está muy desgastada, desgaste que no desaparece por la llegada de la Navidad, una vez más nos preguntamos ¿siempre es la navidad un motivo para estar feliz?

¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL EVADIRSE EN NAVIDAD?

En esta época estamos bombardeados de villancicos, luces, anuncios, etc. Salir de casa en esta época puede convertirse en una difícil tarea, es complicado no toparse con una tienda en la que pongan villancicos, una calle repleta de luces o unos vecinos hablando de dónde van a pasar la Nochebuena. Llegar a casa también tiene su complicación. Si encendemos la tele, lo primero que podemos encontrarnos es con el anuncio de la lotería de navidad, con un anuncio de ofertas para Navidad en un supermercado o con millones de anuncios de bombones y turrones.

Y esto no es todo, si entramos en alguna red social, ese lugar en el que todo es ideal, seguramente tropecemos con alguna foto o algún vídeo recordando buenos momentos vividos durante el año, reencuentros de amigas y amigos que llevaban tiempo sin verse o cenas de Navidad. Y claro, ahora no basta con hacer una cena de Navidad, tenemos que hacer una cena con familiares, otra con amigos que llevábamos tiempo sin ver, otra con compañeros de trabajo y seguro que se me escapa alguna.

Ahora no basta con celebrar la Navidad solamente las semanas que corresponde, ahora podemos encontrarnos con señales que indican que la Navidad se acerca un mes antes de que llegue. Todo esto, no ayuda a aquellas personas que prefieran evadirse.

¿Y SI NO ME GUSTA LA NAVIDAD?

No pasa nada. No eres la única persona a la que no le gusta la Navidad, lo que pasa es que esas personas pasan más desapercibidas que aquellas a las que sí les gusta la Navidad. Las personas a las que no os gusta la Navidad no lo publicáis en redes, no aparecéis en anuncios de televisión y, por eso, podéis sentir que no estáis en sintonía con el resto del mundo. Otra vez aparece la pregunta ¿Siempre es la navidad un motivo para estar feliz?

Entonces, me gustaría transmitirte que hay ocasiones en las que reunirse en familia, más que una celebración, es una tortura, por lo tanto, déjame decirte que está bien que no quieras reunirte con ellos, está bien que no quieras que llegue la Navidad, está bien que no hagas nada especial esos días, está bien que no adornes tu casa, está bien que no te apetezca ir a ver el alumbrado de los pueblos de alrededor, está bien que quieras que pasen rápido estos días.

Está bien que no te guste la Navidad, igual que a unas personas les gusta ir al cine y a otras no, igual que a unas personas les gusta que llueva y a otras no o igual que a unas personas les gusta San Valentín y a otras no. Como siempre comento a los pacientes en consulta cuando comienzan a llorar y me piden disculpas “tan válido has sido cuando hace un rato te has reído como ahora que estás llorando”. Todo lo que sentimos es válido, no eres peor persona si no te gusta la Navidad, no eres rara o raro si no te gusta la Navidad.

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