¿Por qué no pasan de moda los batidos sustitutivos?
Mejor, por qué no consumir batidos sustitutivos de comidas. Los batidos sustitutivos comidas o complementos orientados a la pérdida de peso que se venden como suplementos nutricionales han sido y son ampliamente utilizados para lograr una pérdida rápida de peso.
En el marco de cultura de dieta en el que vivimos esto se antoja altamente deseable y el intenso marketing que acompaña a estos productos induce a muchas personas a su uso, esperando grandes resultados y mejoras en su salud.
Últimamente ha crecido aún más publicidad sobre los batidos sustitutivos y el “boca a boca”, personas que (no sin intereses comerciales de por medio) recomiendan estos productos a otras para lograr los mismos resultados. Pero, ¿qué son realmente?, ¿se consigue algo con el consumo de estos batidos? Te invito a que sigas leyendo este post donde te lo contamos de forma crítica y con evidencia científica de la mano.
¿Qué son los batidos sustitutivos?
Como su propio nombre indica, este tipo de batidos son productos que están pensados para ser intercambiados por una o varias comidas. Normalmente se trata de un preparado en polvo que se mezcla con agua y se toma uno o varios a lo largo del día. Al no considerarse medicamentos, sino complementos alimenticios la regulación de estos productos es muy baja, lo que hace que no haya un exhaustivo control de sus ingredientes ni se sometan a ensayos clínicos para estudiar sus efectos antes de llegar al consumidor, otro claro ejemplo de por qué no consumir batidos sustitutivos de comidas.
Bajo de peso, pero ¿a qué precio?
El consumo de estos batidos puede inducir la pérdida de peso y de manera muy rápida, y es que no es para menos. Los batidos sustitutivos son productos muy bajos de calorías, ya que, cada batido puede tener unas 170kcal, lo que reduce drásticamente el consumo energético a lo largo del día quedando por debajo de los requerimientos y necesidades de la persona. El hecho de crear déficits calóricos tan agresivos puede provocar, por un lado, que no se cubran las necesidades nutricionales y, por otro lado, pueden causar falta de energía, cansancio, peor calidad del sueño, aumento del estrés… Un déficit drástico y una pérdida rápida de peso ocasiona que ese peso perdido implique pérdida de masa muscular, lo que no es nada deseable. Si estos déficits calóricos se mantienen durante un tiempo pueden alterar nuestro metabolismo y pueden terminar afectando a nuestra salud. Por lo que el costo de esa bajada de peso no solo es económico (que no será barato), sino que también saldrá caro a nivel de salud.
La composición y precio de los batidos sustitutivos
La lista de ingredientes de estos productos es bastante larga. Están compuestos de aceites refinados de baja calidad, grasas hidrogenadas y todo tipo de azúcares, por lo que no son nada interesantes desde el punto de vista nutricional. Además, sus ingredientes pasan por un escaso control de seguridad lo que hace que no se estudie el efecto de sus componentes en la salud a largo plazo.
Además, suelen ser productos que, para la baja calidad nutricional que tienen, presentan un elevado precio, otra razón por qué no consumir batidos sustitutivos de comidas. Lo que significa que llevar a cabo un proceso de perdida de peso basado en estos productos nos saldrá caro a todos los niveles, económico y de salud.
¿Qué impacto tienen a largo plazo sobre la salud?
Estos productos no suelen estar diseñados para consumirlos a largo plazo. Su objetivo es tomarlos durante un periodo de tiempo determinado con el fin de bajar rápidamente de peso (con todas las consecuencias negativas a nivel metabólico que esto implica). Pero, ¿qué sucede cuando dejamos de tomarlos?. Lo más habitual es recuperar el peso perdido en poco tiempo, llegando a recuperar incluso más peso del que se tenía antes de usar los batidos. Esto sucede porque una pérdida agresiva de peso hace que en cuanto volvemos a comer de forma normalizada, el cuerpo trata de recuperar todo lo que ha perdido de una forma tan agresiva. Cuando además se ha producido pérdida de masa muscular, esto daña el metabolismo y condiciona una recuperación mayor de peso respecto al inicial.
Consecuencias negativas del consumo prolongado
Esto nos termina haciendo dependiente del uso de estos productos, hacen que cíclicamente o de forma continuada los usemos para tratar de mantener ese peso perdido. Sin embargo, esto no está exento de consecuencias negativas. Multitud de estudios científicos muestran como el consumo de estos batidos pueden causar daño en el hígado por hepatotoxicidad. Los estudios recogen multitud de casos de daño hepático por el consumo de estos batidos y productos. Llegando en los casos más graves a poner en riesgo la vida de la persona por un fallo del funcionamiento del hígado y requiriendo se tratados con trasplante hepático.
Durante muchos años se ha instaurado la creencia de que menos peso es igual a más salud. Pero la realidad es que la salud no depende enteramente del peso de una persona, sino que es multifactorial y para cuidar la salud hay factores más importantes como los hábitos alimentarios, el movimiento o actividad física, la salud mental, el estrés, el descanso, etc.
Independientemente del objetivo que tengas, lo adecuado es hacer una reeducación nutricional con el fin de cambiar y mejorar hábitos a largo plazo, para que los cambios sean sostenibles en el tiempo. De esta forma, cuando se consiga el objetivo podremos mantenerlo a lo largo de toda la vida.
Recuerda que los nutricionistas te ayudamos a conseguir tu objetivo, adaptando y personalizando las recomendaciones y pautas alimentarias según tus necesidades.
Escrito por Rocío Jiménez e Irene Villalón.
Bibliografía:
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