Tener unos hábitos de alimentación saludables desde la infancia ayuda a prevenir la aparición de algunas alteraciones como son los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Además, detectarlos y tratarlos a tiempo puede ser de vital importancia para mejorar su pronóstico.

Por ello, he decidido crear este post donde os explico ciertos aspectos que debemos tener en cuenta, además de algunos signos que nos pueden indicar que hay una alteración.

Diálogo en los momentos de la comida

Algunos comentarios que tenemos tan normalizados como “hay alimentos buenos o malos” o “vaya lo que hemos comido hoy, habrá que cenar algo ligero”, pueden fomentar que la alimentación tome una connotación negativa. La compensanción o el juzgar al cantidad de comida que hay en un plato nos aleja de dar prioridad a las sensaciones de hambre y saciedad.

Mantener en la mesa y durante los periodos de comida comentarios donde se juzga nuestro cuerpo o sobre el de otras personas es un hecho que podemos reducir su frencuencia y que recomendamos evitar. Se recomienda instaurar en su lugar conversaciones sobre como ha ido el día, o como nos sentimos.

Básculas, dietas y TCA

El hecho de tener la báscula en casa y que sea usada frecuentemente es algo que recomendamos dejar de lado. Si una persona con riesgo o que padece TCA ve que sus familiares se pesan habitualmente, le están transmitiendo la importancia del peso y fomentando conductas dañinas hacia la relación con nosotros mismo.

Por tanto, os animamos a ¡eliminar los pesos de casa!

Hacer dietas en casa

El hacer dieta en casa de forma recurrente o el comenzar demasiado pronto exponiendo a población infantil a dietas de perfil restrictivo, pueden favorecer la aparición de conductas que se consideran de riesgo hacia posibles pensamientos o acciones congruentes con una alteración alimentaria.

Lo recomendable, sería realizar educación nutricional destinada a lograr una relación saludable con la comida desde el conocmiento y respeto hacia nuestras necesidades.

¿Debemos prohibir?

Muchas veces pensamos que si prohibimos ciertos alimentos haremos bien, cuando en realidad es todo lo contrario. Las prohibiciones (entre otras tantas cosas) pueden generar;, por un lado, miedo a esos alimentos que se han prohibido, y por otro lado, más deseo hacia esos alimentos.

Debemos educar en un consumo responsable y adecuado de todos los grupos de alimentos. Así se fomenta una alimentación variada basada en alimentos de buena calidad, pero se aprende a gestionar otros alimentos (menos saludables). Esto ayudará a prevenir algunas alteraciones que pueden desencadenar en TCA.

Señales que nos pueden indicar que hay una mala relación con la comida o TCA.

  • Cambios drásticos en la alimentación: Que de un día para otro se rechacen alimentos que antes se tomaban.
  • Preocupación excesiva por perder peso
  • Cambios en el estilo de vestir: Usar ropa holgada para evitar que se nota y/o vea la pérdida de peso.
  • No querer salir, no querer exponerse.
  • Mostrar mayor interés por la comida. Pasar mucho tiempo pensando en la comida, contar las calorías de lo que se come, comer muy despacio, partir los alimentos muy pequeños.
  • Evitar comer acompañados.
  • Comenzar a hacer ejercicio o intensificar la actividad física que ya realice.

Esperamos que estas pequeñas recomendaciones os ayuden a crear un ambiente saludable alrededor de la mesa en casa. Si necesitas ayuda, el trabajo de psicología y nutrición (psiconutrición) puede ayudar según las necesidades de cada caso a mejorar la educación alimentaria en casa.

ROCÍO JIMÉNEZ CESAR

Rocío Jiménez – Área de Nutrición