¿Sabías que el sueño es un factor clave para el desarrollo físico, mental y emocional de los niños y adolescentes?
Uno de los temas que está apareciendo últimamente en consulta y de manera recurrente es el la importancia de cuidad el sueño. Parece que la población está viviendo un ritmo de vida en el que las autoexigencias y la necesidad de tener un buen rendimiento están desplazando al descanso. Esto está apareciendo en todas las poblaciones, pero es importante resaltar los efectos y las consecuencias que esto puede tener en la población infantil y adolescente, ya que, el descanso, es un factor tremendamente importante para mejorar la calidad de vida y que, además, facilita el bienestar emocional. Otro aspecto que facilita en gran medida el sueño y el descanso es la consolidación del aprendizaje y esto es algo que cobra gran importancia para la población infantil y adolescente, a pesar de que a veces se le reste atención.
¿Por qué es importante el sueño para los niños y adolescentes?
De esta manera, por ejemplo, nos encontramos adolescentes que nos comentan que han reducido considerablemente las horas de sueño y la calidad del mismo. Es entendible que, de manera puntual, puedan irse a la cama más tarde de lo normal porque al día siguiente tienen un examen muy importante, pero si esto empieza a convertirse en la dinámica habitual, puede acarrear consecuencias negativas, ya que el sueño nos permite recuperarnos del estrés que hayamos podido vivir en el día, afrontar la posterior etapa de vigilia y consolidar el aprendizaje. Además, en la calidad del sueño no solo influyen las horas, sino que también es importante tener en cuenta otros factores que determinan el descanso de ahí la importancia de cuidar el sueño.
Medidas para facilitar un descanso adecuado en los niños y adolescentes
Por este motivo, se considera necesario hacer un repaso de todas aquellas medidas que podemos adoptar para facilitar una calidad de sueño que nos permita tener un descanso adecuado, siendo estas adaptadas a la población infantil y adolescente.
- Evitar sustancias que pueden activar nuestro organismo y dificultarnos la conciliación del sueño. Estas sustancias pueden ser la cafeína, el alcohol o la nicotina, ya que pueden aumentar el tiempo necesario para iniciar el sueño. Además, el consumo de estas sustancias puede provocar un aumento de los despertares a lo largo de la noche, por lo que el sueño puede pasar a ser más superficial y menos reparador.
- Intentar no llevar a cabo cenas copiosas y no irse a dormir justo después de cenar. Se puede proponer llevar a cabo una rutina de sueño en la que entre la cena y el momento de irse a la cama se incluya alguna actividad agradable para el niño o el adolescente, como puede ser leer un cuento, contar cómo ha ido el día, colorear un mándala, unos minutos de caricias…
- De manera general se recomienda evitar el ejercicio físico a última hora del día, ya que este tipo de actividad favorece la activación del organismo, pero es tremendamente importante poder escuchar nuestras necesidades, así que quizás la persona necesite algún tipo de actividad más activadora momentos previos a ir a la cama.
- Evitar las siestas largas (como máximo media hora) e intentar que no se produzcan por la tarde-noche.
- Fomentar una rutina de sueño en cuanto a horarios, es decir, acostarse y levantarse todos los días a una hora similar.
- Evitar llevar a cabo actividades que favorezcan la actividad mental en la cama (ver una serie, usar el móvil, jugar a videojuegos…).
- Potenciar un ambiente favorecedor del sueño: temperatura agradable, oscuridad, evitar ruidos…
Si sientes que te gustaría poner en práctica todo esto, pero tienes dificultades o percibes que no es compatible con el ritmo de vida que llevas, estaremos encantadas de poder ayudarte.
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