El TOC de daño o miedo a hacer daño

A lo largo del tiempo que he estado acompañando a personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), siempre me ha llamado especial atención un tipo de TOC denominado TOC de daño o miedo a hacer daño. Para que podáis conocer un poco mejor en qué consiste, os voy a ir explicando.

¿CÓMO SE MANIFIESTA EL TOC DE DAÑO?

El TOC de daño o miedo a hacer daño, hay quienes temen hacer daño a otras personas, normalmente son personas a quienes no querrían que les ocurra nada malo. Es frecuente encontrar obsesiones en forma de pensamiento, imagen o impulso: “¿y si empujo a mi hijo por las escaleras?”, imagen clavando un cuchillo a su hijo o sentir el impulso de empujarle cuando están pasando por un puente. Todas estas obsesiones, independientemente del modo en el que se expresen, generan un inmenso sufrimiento.

Otras personas temen hacerse daño a sí mismas. Pueden presentar pensamientos como “¿y si me tiro por la ventana?”, una imagen tirándose por un balcón o el impulso de tirarse por un puente.

Como somos humanos y ninguno de nosotros queremos pasarlo mal, siempre intentamos buscar la manera para que ese sufrimiento vaya disminuyendo y por eso se realizan las compulsiones. Las personas que sufren este tipo de TOC de daño o miedo a hacer daño suelen pasar menos tiempo con sus hijos, evitan estar cerca de ventanas, escaleras o cualquier objeto con el que puedan hacerse o hacer daño. Además, también tienden a reasegurar con otras personas preguntando “¿tú me ves capaz de hacerle daño a nuestro hijo?” o “¿tú crees que yo podría hacerme daño?” para así quitarse un poco de ese sufrimiento.

¿POR QUÉ ME OCURRE ESTO A MÍ?

Como en otros tipos de TOC, muchas personas presentamos ideas intrusivas cuyo contenido es similar al de las obsesiones. Se diferencian en que las obsesiones se viven de forma muy intensa y no entran y salen de nuestra mente con facilidad.

¿Por qué se convierten estas ideas en obsesiones? Se puede deber a diversos motivos. Por un lado, encontramos la vulnerabilidad biológica, hay personas que reaccionan con más rapidez ante situaciones estresantes, respondiendo con mayor actividad y mayor sensibilidad. Por otro lado, también está la vulnerabilidad psicológica, es decir, desarrollarse en un ambiente con unos padres sobreprotectores o excesivamente exigentes puede afectar a la toma de decisiones y así incrementar la duda, además, algunas personas presentan una responsabilidad excesiva por cualquier acontecimiento, obligándose a conseguir la perfección en todo lo que hacen.

¿QUÉ PODRÍA HACER PARA QUITARME ESTAS IDEAS?

La necesidad de quitar esas ideas de la mente provoca que estos síntomas continúen presentes. Por lo tanto, no queremos apartar esas ideas, habría que hacer justo lo contrario. Queremos traer esas obsesiones a nuestra mente para que, sin realizar la compulsión, vayan perdiendo fuerza y cada vez supongan menos miedo. “¿Cómo voy a poder hacer eso si lo último que quiero es tener esas ideas en mi mente?” Por ese motivo el trabajo va realizándose progresivamente, comenzando a hacerlo en un entorno seguro para que el impacto no sea tan elevado. Sí es cierto que el miedo va a estar presente, vamos a enfrentarnos precisamente a eso que tanto temes, ese es el camino para que ese temor descienda. Si te sientes identificado/a y te apetece intentarlo, estaremos encantadas de recibirte.