Seguramente hayas hecho alguna vez una de esas dietas de toda la vida de pollo a la plancha, en la que se eliminan los hidratos de carbono o las grasas. O alguna de aquellas en la que se consumen productos light, entre otras tantas. Posiblemente, ese tipo de dieta no te haya funcionado, cosa que es normal. Desde el punto de vista fisiológico y psicológico es muy difícil que una persona sea capaz de mantener ese tipo de plan dietético.

DEFINIMOS QUÉ SON LAS DIETAS

Podemos definir dieta como “un conjunto de sustancias que ingerimos para sobrevivir”. Si analizamos este concepto, vemos que no se asemeja para nada al significado cultural de dieta que tenemos hoy en día. Cuando hablamos de dieta tendemos a pensar en el tipo y la cantidad de alimentos que toma una persona con un fin específico, sin olvidarnos de las exigencias o prohibiciones que suelen llevar ese tipo de dietas.

EXIGENCIA, PROHIBICIÓN Y RESTRICCIÓN EN LAS DIETAS

El grado de exigencia o control que nos autoimponemos cuando nos prohibimos o nos restringimos ciertos alimentos puede provocarnos sentimientos de desagrado, además de malestar físico y emocional. Además, las prohibiciones pueden provocarnos mayor deseo de consumir esos alimentos que nos hemos prohibidos. Sin embargo, si no existen prohibiciones hacia alimentos, nos sentiremos más seguros y más tranquilos con nosotros mismos.

Cuando una persona realiza una dieta de esas de toda la vida, la restricción y la prohibición suelen estar muy presentes, de manera que se afronta el cambio en la alimentación como si fuera un castigo. Es entonces cuando tiene lugar la aparición intensa y duradera del hambre, pero, ¿es realmente necesario pasar hambre cuando se realiza un cambio de hábitos?

CONSEGUIR UN OBJETIVO A CORTO PLAZO

Es probable que si has hecho dietas restrictivas hayas pasado hambre, y como consecuencia, te provocara ansiedad, pero en ese momento no piensas en lo que ese tipo de plan dietético te está provocando, lo que piensas es que quieres llegar a un objetivo, que podría ser, por ejemplo, bajar de peso en un periodo de tiempo corto, es decir, a corto plazo. Y ahora os vuelvo a preguntar: ¿esa restricción y esa ansiedad han servido para conservar el peso a largo plazo? Probablemente no haya servido, porque es muy difícil que una persona sea capaz de mantener unos hábitos alimentarios con restricciones para toda la vida.

CAMBIO DE HÁBITOS DE FORMA SALUDABLE

Si queremos realizar un cambio en nuestros hábitos alimentarios, independientemente del objetivo que tengamos, tenemos que hacerlo de una forma adecuada. Solo así el resultado final se mantendrá a largo plazo que es lo que nos interesa. Debemos adoptar un estilo de vida saludable, que englobe hábitos de alimentación saludable, ejercicio físico y salud mental. De esta forma tendremos menos dificultades a la hora de continuar el camino.

ROCÍO JIMÉNEZ CESAR

Rocío Jiménez – Área de Nutrición